Diabetes mellitus: causas, síntomas y tratamiento.

causas de la diabetes

La diabetes mellitus es un grupo de enfermedades endocrinas que se desarrollan debido a una interrupción de los procesos de absorción de glucosa y son crónicas. Según estimaciones de la OMS, alrededor de 500 millones de personas en todo el mundo padecen esta patología. El tratamiento correcto y oportuno de la diabetes mellitus es muy importante para los pacientes. No produce un alivio completo de la enfermedad, pero permite evitar complicaciones graves y aliviar los síntomas, garantizando así una calidad de vida normal.

Causas

En pocas palabras, las causas de la diabetes pueden describirse como una disminución en la susceptibilidad de las células a la hormona insulina o una violación de su secreción.

El páncreas sintetiza insulina, que mantiene el nivel deseado de azúcar en la sangre y asegura el suministro de glucosa a las células de casi todos los tejidos del cuerpo.

En la diabetes, los procesos metabólicos se alteran. O las células del páncreas ya no producen suficiente insulina (tipo 1) o el cuerpo no puede utilizarla adecuadamente (tipo 2). Como resultado, la glucosa, en lugar de ingresar a las células, se acumula en la sangre y la orina. El paciente experimenta, respectivamente, hiperglucemia y glucosuria.

La diabetes mellitus es una de las enfermedades multifactoriales. Su aparición puede ser provocada por:

  • enfermedades virales;
  • mala nutrición;
  • inactividad física;
  • exceso de peso, especialmente en la etapa de obesidad;
  • cambios relacionados con la edad;
  • beber alcohol, comer en exceso;
  • uso incontrolado de medicamentos;
  • hipertensión;
  • otras patologías endocrinas;
  • lesiones del páncreas;
  • impacto del estrés.

La probabilidad de desarrollar la enfermedad en presencia de uno o más factores provocadores depende de la predisposición hereditaria.

Síntomas de diabetes

Los síntomas específicos de la enfermedad incluyen:

  • micción frecuente (poliuria). En la diabetes mellitus, la orina se libera en grandes volúmenes, pero sin dolor y principalmente durante el día;
  • sed permanente causada por deshidratación;
  • aumento del apetito, que al comienzo de la enfermedad puede manifestarse en ataques. Los pacientes suelen sentirse atraídos por los alimentos dulces que consisten en carbohidratos simples;
  • cambio de peso. Debido al apetito excesivo, los pacientes suelen perder peso como resultado del aumento del catabolismo de proteínas y grasas.

La diabetes mellitus se acompaña de otros síntomas:

  • disminución de la agudeza visual;
  • entumecimiento de manos y pies;
  • somnolencia (especialmente durante el día), debilidad, fatiga intensa y aumento de la sudoración incluso con esfuerzos menores;
  • problemas de la piel (picazón, heridas que no cicatrizan, aparición de bultos oscuros en determinadas zonas del cuerpo);
  • boca seca, inflamación de las encías, deterioro de los dientes.

En el primer tipo, la deficiencia de insulina se desarrolla rápidamente y los síntomas enumerados aumentan rápidamente y son difíciles de ignorar. En pacientes con tipo 2, la enfermedad puede ser asintomática durante mucho tiempo, e incluso los signos que aparecen que lo indican pueden no ser tan pronunciados. Por lo tanto, la segunda variante de la enfermedad suele detectarse varios años después de su aparición.

Es posible que el paciente no muestre todos los signos, sino sólo 2-3 de ellos. Además, los síntomas de la hiperglucemia pueden molestarle sólo en una determinada etapa de la enfermedad, y luego el cuerpo parece adaptarse al aumento de azúcar y estas sensaciones desaparecen. Por lo tanto, ante los primeros signos de diabetes, es importante realizar un diagnóstico especial.

Tipos de diabetes

La diabetes mellitus no es una sola enfermedad, sino un grupo de condiciones patológicas. La clasificación internacional contiene varios tipos, pero a la mayoría de los pacientes se les diagnostica enfermedad de tipo 1 o 2. También es común la diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo y puede amenazar la salud de la mujer y del niño.

Diabetes mellitus tipo 1

La diabetes tipo 1 comienza cuando el páncreas deja de producir insulina debido a la destrucción de las células beta. Debido a esto, se produce una deficiencia absoluta de esta hormona en el cuerpo, se altera el metabolismo de los carbohidratos y luego se ven afectados otros procesos metabólicos. La enfermedad suele comenzar antes de los 30 años, a menudo en la niñez o la adolescencia.

Este tipo de enfermedad está determinada genéticamente y el desarrollo de la patología se produce bajo la influencia de factores externos que actúan sobre el sistema inmunológico.

Diabetes mellitus tipo 2

La diabetes tipo 2 se diagnostica con mucha más frecuencia que la tipo 1. El mecanismo de su aparición es diferente: el páncreas todavía genera insulina, pero la glucosa no ingresa a las células debido a una sensibilidad alterada a la hormona. Su cantidad en la sangre se mantiene constantemente en un nivel alto. Esta condición se llama resistencia a la insulina.

La enfermedad suele desarrollarse en adultos, a menudo después de los 40-45 años. La presencia de exceso de peso es de gran importancia para la aparición de la enfermedad: según las estadísticas, es típica de más del 80% de los pacientes con este diagnóstico. En presencia de este factor, es más probable que se produzca una predisposición hereditaria, ya que debido al exceso de masa grasa se produce un defecto en los receptores de insulina.

En las personas que no tienen sobrepeso, la resistencia a la insulina es causada por otras razones, incluidas las enfermedades endocrinas y algunas otras.

diabetes gestacional

Esta patología se presenta en mujeres embarazadas debido a una disminución de la tolerancia a la glucosa. Se trata de un estado intermedio entre la normalidad y la diabetes, que suele desaparecer después del parto. Debe distinguirse de la manifestación primaria del tipo 1 o 2 descubierta durante el embarazo.

Mujeres en riesgo:

  • sobrepeso;
  • mayores de 30 años;
  • tener antecedentes de toxicosis y gestosis graves, aborto espontáneo crónico, muerte fetal, malformaciones crónicas en niños durante embarazos anteriores;
  • que padecen enfermedades cardiovasculares y endocrinas.

La diabetes en mujeres embarazadas puede comenzar sin estos factores.

Esta patología representa una amenaza para mujeres y niños, llegando incluso a provocar enfermedades que ponen en peligro la vida. Los riesgos y posibles complicaciones se pueden prevenir manteniendo los niveles de azúcar bajo control.

Factores de riesgo

Numerosos estudios relacionan directamente la probabilidad de desarrollar la enfermedad con la predisposición genética. Si uno de los padres tiene diabetes tipo 1, la probabilidad de heredar la enfermedad es del 5%; si ambos padres están enfermos, aumenta al 20%. Para una persona cuyos padres padecen la enfermedad de tipo 2, la probabilidad de contraer la enfermedad es de aproximadamente el 80% y, en presencia de obesidad, se acerca al 100%.

Pero incluso si tienes familiares directos con diabetes, puedes prevenir la aparición de una predisposición hereditaria si tienes en cuenta los factores de riesgo y tomas medidas preventivas.

La obesidad visceral es uno de los factores clave que provocan el desarrollo de diabetes mellitus. El exceso de peso es causado por una mala alimentación con alto consumo de carbohidratos simples, falta de actividad física, toma de ciertos medicamentos y trastornos hormonales (por ejemplo, exceso de andrógenos). Según los estándares internacionales, la obesidad visceral se diagnostica cuando la circunferencia de la cintura es superior a 80 cm en las mujeres y superior a 94 cm en los hombres.

Otros factores del estilo de vida incluyen el tabaquismo, el abuso de alcohol y la exposición prolongada al estrés.

Otras enfermedades

Están en riesgo las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, así como personas de ambos sexos con enfermedades cardiovasculares y endocrinas.

Edad

En igualdad de condiciones, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta en personas mayores de 45 años.

Métodos de diagnóstico

La forma más confiable de diagnosticar la diabetes son las pruebas de laboratorio. Lo primero que permite sospechar la presencia de una enfermedad es que el nivel de azúcar en sangre es más alto de lo normal (en ayunas es más de 6, 1-7, 0 mmol/l, y 2 horas después de una comida es más de 11, 1 mmol). /l). Si los resultados son dudosos, se realiza una prueba adicional de tolerancia a la glucosa; esto ayuda a identificar la prediabetes.

Durante el examen también se controlan la hemoglobina glucosilada, el índice de resistencia a la insulina, la presencia de glucosa en la orina y se realizan pruebas de insulina y péptido C, que permiten evaluar la actividad de las células β y el volumen de insulina. producción.

Para diagnosticar la diabetes tipo 1, especialmente en casos atípicos, se prescribe un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra las células β.

El paciente también puede ser remitido a especialistas (cardiólogo, oftalmólogo) para consulta con el fin de prevenir complicaciones.

Es mejor someterse a un examen completo en una institución médica, donde podrá hacerse la prueba rápidamente y recibir asesoramiento médico. El moderno centro médico ha creado las condiciones para un examen rápido y de alta calidad de los pacientes. El equipo técnico del centro médico le permite realizar las investigaciones necesarias y la clínica cuenta con médicos experimentados que prescribirán el tratamiento y aclararán cualquier duda que pueda surgir.

Tratamiento de la diabetes

Aún no se han encontrado métodos para eliminar por completo esta enfermedad. El tratamiento tiene como objetivo estabilizar la condición del paciente, aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Si se siguen todas las recomendaciones, los pacientes con diabetes pueden minimizar el impacto de la enfermedad en la vida diaria.

El tratamiento farmacológico puede incluir terapia con insulina o medicamentos orales que reducen el azúcar en sangre. La insulina es necesaria para los pacientes con diabetes mellitus tipo 1, ya que resuelve el problema de compensar el metabolismo de los carbohidratos y previene el desarrollo de hipo e hiperglucemia. En el segundo tipo, se prescribe en caso de ineficacia de otras medidas, así como según las indicaciones (por ejemplo, durante el embarazo, una reducción significativa del peso corporal, determinadas complicaciones).

A los pacientes con el segundo tipo se les prescriben medicamentos antihiperglucemiantes. Este grupo incluye productos con diferentes principios de acción:

  • mejorar la secreción de insulina;
  • aumento de la sensibilidad a la insulina;
  • reducir la absorción de carbohidratos y otros;

Funcionan de manera diferente, pero en última instancia ayudan a restablecer los niveles normales de glucosa en sangre.

La determinación del programa de tratamiento, la elección de un medicamento o una combinación de ambos es competencia del médico tratante. Puede concertar una cita con un endocrinólogo en la clínica con una derivación de un terapeuta local o sin derivación pagando una tarifa. Puede concertar una cita para una consulta online o por teléfono.

También se utilizan otros métodos de tratamiento en combinación con medicamentos:

  • dieta (la dieta para la diabetes mellitus implica necesariamente limitar los carbohidratos),
  • actividad física factible,
  • compensación por deficiencias de vitaminas y microelementos,
  • Monitoreo regular de los niveles de azúcar.

Si surgen complicaciones o enfermedades concomitantes, también se prescribe un tratamiento adecuado. Los métodos quirúrgicos (bariátricos) también se utilizan en el tratamiento de la diabetes cuando otras medidas no son suficientemente eficaces.

Posibles complicaciones

La alteración del metabolismo de los carbohidratos en la diabetes mellitus afecta el funcionamiento de todo el cuerpo, pero la enfermedad tiene el efecto más destructivo en los vasos sanguíneos.

Las complicaciones diabéticas comunes son:

  • desprendimiento de retina;
  • insuficiencia renal;
  • neuropatía;
  • aterosclerosis, que provoca muchos problemas graves, como angina, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

La enfermedad afecta negativamente al sistema inmunológico, provocando patologías de la piel y las articulaciones.

La complicación más grave es el coma diabético. Esta condición puede ser causada por niveles de azúcar demasiado altos o demasiado bajos. En tales casos, el paciente necesita atención médica urgente en cuidados intensivos.

Prevención de patología

Las medidas para prevenir la diabetes mellitus coinciden en parte con las recomendaciones generales para mantener la salud y prevenir enfermedades. Las personas con predisposición genética deben observarlos con especial atención:

  • llevar un estilo de vida activo y controlar el peso;
  • comer bien, reduciendo el consumo de carbohidratos rápidos (repostería, dulces, etc. );
  • abandonar los malos hábitos (fumar, consumo regular de alcohol);
  • evitar el estrés innecesario;
  • A partir de los 40 años, controle sus niveles de azúcar en sangre anualmente.

Para no perderse el desarrollo de la diabetes, identificarla en una etapa temprana y ayudar a su cuerpo, es importante estar atento a las señales de advertencia y no dudar en consultar a un médico.